27 mar 2011

El Enorme Poder Del NO-HACER

    Sé que hay un pequeño revolucionario en cada uno de nosotros.
    ¿O acaso conocemos a alguien que esté de acuerdo con el sistema? ¿Conocemos a algún defensor a ultranza del consumismo, de la publicidad o de la telebasura? ¿Sabéis de alguien que apoye con todo su corazón a los gobiernos o a las grandes empresas? ¿Habéis visto a alguna persona en vuestro vecindario entusiasmada con el inicio de una nueva guerra, o saltando de alegría por lo justas que son nuestras leyes? ¿Hay alguien aquí que este feliz de perder su capacidad de pensar y de sentir  su identidad de ser humano para convertirse cada vez más en una máquina de hacer y de consumir dinero?
    No…No creo que nadie quiera ser un Robot, programado para comer, dormir, trabajar y consumir hasta la muerte. Tiene que haber “algo más”… ¿No lo sentís? Allí está siempre cálido y fiel latiendo en el lado izquierdo de nuestro pecho…Todos en mayor o menor medida nos hemos detenido en algún momento a pensar en:
¡Esto no puede seguir así! ¿Cuándo nos volvimos todos locos por voluntaria y libre decisión? ¿Qué hemos hecho con nuestro mundo, en que nos hemos convertido? Sabemos que podemos hacer algo pero ¿qué?
Acto seguido recordamos  “a los poderosos” (“los gobiernos y empresas que dirigen nuestro país”) y todo nuestro “espíritu revolucionario” se desinfla en un instante. Al fin y al cabo solo somos una microscópica ruedecita dentro de una inmensa maquinaría que “ellos” dirigen. “Ellos” son los que moldean el curso de la historia a su antojo, en contra del sentir del 99% de la humanidad.
    Por lo tanto, ¿qué podemos hacer nosotros? La respuesta es tan simple que resulta difícil de creer: NADA. O eso es lo que “los gobernantes” nos quieren hacer creer, que somos tan insignificantes que no podemos cambiar las cosas, que nosotros, la insignificante ruedecilla no puede modificar la inmensa máquina.     
    Por eso NADA es lo que tenemos que hacer, no comprar su publicidad, de dejar de consumir sin tener un control, solo tenemos que dejar que salgan nuestros pequeños revolucionarios. No tenemos que hacer nada en honor al sistema que se vuelve cada vez más frágil ante nuestra capacidad de ser LIBRES.
         Prueba a quitarle UNA SOLA PIEZA a una gigantesca maquinaria….y observa que sucede.

                                                                                                                                  BY:Maria Morales